Considero que sí resulta necesario la existencia de dichas pautas de conducta judicial, con la finalidad que puedan actuar a mantener una actitud abierta, tolerante y paciente, a fin de recibir y escuchar con igualdad el petitorio de los justiciables con total imparcialidad, lo que permitirá que un juez pueda reconocer nuevos argumentos o críticas a su desempeño con el propósito de confirmar o rectificar criterios que han tomado en un primer momento. Esto implica actuar con integridad que es un principio que es esencial para el desempeño correcto de las funciones jurisdiccionales, ello implica el atributo de actuar con rectitud, probidad, honestidad, actuando así honradamente, alejándose de lo inexistente o falso respecto de lo que tiene que resolver en un caso determinado. Ahora bien, desde que un juez opta por ser juez, es juez las 24 horas del día, y esto hace que él mismo tenga que regular su conducta pública como su conducta privada, es en ese contexto que se reclama a los jueces que tengan un liderazgo ético que implica que sean ese ejemplo que inspire confianza en el desarrollo de su trabajo.