A fin de dar respuesta a la primera pregunta, deberíamos plantearnos la interrogante de, qué es lo que se considera ser “mala persona”, ante lo cual podríamos señalar que es un tema que está vinculado estrechamente con la moral, por lo que va ser percibida de distinta manera de acuerdo con el tiempo y la sociedad en la que nos encontramos. Los jueces, por su parte, son las personas con autoridad para aplicar el derecho, a quienes les corresponde la resolución de los conflictos, cuya labor no queda reducida al ámbito de la interpretación normativa, sino también a la observancia de la sana crítica y la actividad probatoria, por tanto vincula a que el juez efectúe valoraciones personales. En consecuencia, un juez debe ser una buena persona, que debe procurar alcanzar una buena conducta ante la sociedad acorde con el respeto de los valores constitucionales, por lo que una opuesto a ello, esto es un “mala persona”, no podría ser un buen juez. Al respecto de la segunda pregunta, considero que si deben existir pautas de conducta judicial para los jueces y juezas, con la finalidad de contar con una adecuada selección del personal que va resolver los conflictos. Y por su parte, en relación a la tercera pregunta, definitivamente los prejuicios afectan los preceptos éticos, por cuanto son barreras u obstáculos que generan ideas preconcebidas sobre las personas; en consecuencia, un juez debe actuar con plena objetividad, con el correcto desenvolvimiento de sus funciones y aplicación de los principios constitucionales, y que no estén ligados a intereses particulares, para la resolución de los conflictos.
Atte. Selva Panduro Acosta